Y sí, la cabeza me da vueltas, el cuerpo que se expande

abarcando a todos los seres que amo y amé
La dicha me invade y me baila sobre el ombligo
mas cuando se detiene algo de lo que escucho, de lo que siento

en mi cuerpo compartido duele,
“es que algo no anda bien” me digo.
Pero no sé qué es,

ni cómo llegar a comprenderlo o darle consuelo,
reparo, cobijo…
Y sí,

el amor todo lo abarca, el amor no habla con palabras comunes

mas bien se mueve
en olas o mareas...
Me inunda, me ahoga, me baña.

Y al amor lo siento, como al olor de los nardos al pasar por la florería.

Te gusten o no los nardos, se te meten adentro y algo te florece y se te junta como flores en un ramo, son todas distintas, hay fresias, jazmines, tulipanes, nardos y flores silvestres, todas tan lindas que dan ganas de sumergir la cabeza entre ellas y respirarlas, contarles secretos y sonreír. O llorar.