miércoles, junio 14, 2006

Encontré un collar mapuche roído por el tiempo de los vientos fuertes y
las montañas gigantes. Estaba caído, como un ídolo en desuso.
Perdido en el siglo y en el espacio, igual que yo y mi alma.
Quede en cuclillas admirando su presencia plateada y silenciosa.
Enmudecí también yo,
por fuera y por dentro como si meditara,
como si fuera montaña o viento fuerte.
Un collar mapuche sobre la tierra del camino, junto a mí en cuclillas

Quien miraba a quién?
Quién estaba perdido, quién se encontró esa tarde?
Detenida, silenciosa
y aérea.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El valor de los objetos no es mas que el valor de la propia subjetividad.
El collar mapuche no existe mas que como alimento del alma libidinal.

Anónimo dijo...

Me encantó, es fuerte y antiguo, me parece que estás encontrando un nuevo modo
Marta

Anónimo dijo...

Me gustó... me gustó...
¿Quién miraba a quién? ¿quién encontró a quién?
Javi