martes, febrero 28, 2006

Tu alma envolvió mi cuerpo
creando una necesidad en mí.
Eso me asustó mucho.
Es como zambullirse en un río correntoso sin saber a dónde va a llevarte.
Ay!

1 comentario:

Anónimo dijo...

El goce es vertigo! Siempre! Vero.