Quisiera que dios me bese en las mejillas mientras tus manos
y tu sexo me recorren la cintura, las caderas y más,
y el beso divino me da abrigo para este temor de sentirte
cerca buscándome.
Empiezo a llorar y eso te distrae
entonces no sé qué decirte, para que sigas. Cómo explicarte
que no es grave, que soy feliz aunque esté desamparada,
que me asusta ser tan abierta tan sin límites
pero que sí,
voy, voy, voy…
llorando, sonriendo,
voy, voy, voy,
enloquecida, dormida,
Sangrante como fuego y sumergida bajo el agua
del abrazo divino de dios
que me salva, me salva: del miedo
y me asusta
sin embargo voy,
voy,
voy.
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